Nosotros somos los responsables, de que las cosas no sean como queremos.
Carácter propio.
A pesar de todo lo que ocurre, todas las situaciones, en todos los contextos; la vida en general, no es más que un conjunto de bobadas, a las que damos importancia.
No hay momentos buenos, ni malos, solo son momentos, y lo demás, el cómo lo queramos ver, tan solo son valoraciones.
El sufrimiento debe ser nuestro amigo, y a la vez, debemos mantenernos lo más lejos posible de él.
Nuestras lágrimas, son el momento culmen, del necesario ciclo del agua.
Nuestros esfuerzos, una satisfacción por encima del éxito o el fracaso.
Saber aprender del más tonto, de la más inútil piedra, pero también de nosotros mismos.
Conócete a ti mismo, mejor de lo que nadie pueda hacerlo.
Toma el control, y actúa.