Carácter propio.

A pesar de todo lo que ocurre, todas las situaciones, en todos los contextos; la vida en general, no es más que un conjunto de bobadas, a las que damos importancia.

No hay momentos buenos, ni malos, solo son momentos, y lo demás, el cómo lo queramos ver, tan solo son valoraciones.

El sufrimiento debe ser nuestro amigo, y a la vez, debemos mantenernos lo más lejos posible de él.

Nuestras lágrimas, son el momento culmen, del necesario ciclo del agua.

Nuestros esfuerzos, una satisfacción por encima del éxito o el fracaso.

Saber aprender del más tonto, de la más inútil piedra, pero también de nosotros mismos.

Conócete a ti mismo, mejor de lo que nadie pueda hacerlo.

Toma el control, y actúa.

martes, 12 de julio de 2011

Humano, en vano.

Cambiamos de casa, cambiamos de pareja, de coche, de zapatos..

Cambiamos leyes, gobiernos, moneda, Estados; cambiamos tradiciones, principios, la extensión de municipios, pero, ¿Qué tiene que ver esto con la evolución humana?

Son nuestros sentimientos quienes nos hacen ser como somos, por eso, las leyes van contra nosotros mismos, porque no nos sirven, y nunca servirán.

Humanidad no debería ser totalitarismo ni anarquía, parecemos mas bien un animal que lejos de saber lo que quiere, emplea sus habilidades en hacer su vida mas cómoda con objetos que en verdad no sirven.

Quizá seamos la única especie que se abandona a si misma por un pequeño placer, tanto ver la tele, tanto follar.
Nos martirizamos a nosotros mismos. Miles de historias repetidas miles de veces, integrarte en esta sociedad es vivir las mismas putadas que ya vivieron los demás y luego conformarte con tu “familia privada”, un coche y una casa.

Nos despreciamos a nosotros mismos al dar mejor trato a unos que a otros por su parentesco de sangre. ¿Cómo sentir orgullo de mi origen o nación, si mi especie entera es aberración?

Si nos caracteriza la hipocresía, inventamos la palabra verdad y no sabemos nada de ella, sentimos amor y solo es miedo a estar solos; construimos edificios que rara vez se caen solos; inventamos derechos y libertades que solo muestran las prohibiciones que nosotros mismos nos imponemos.

Nos preocupa comer, y se tira comida todos los días; pedimos silencio al vecino, pero pagamos por conciertos; buscamos un alma pura, pero no queremos perdonar; creamos armas y decimos que queremos paz.

Ponemos precio a todo y luego no lo podemos comprar; cedemos poder a otro y luego nos quejamos, porque lo queremos recuperar.


Si antes la Religión santificaba a los asesinos, ahora la televisión idolatra a los enfermos. Las calles, llenas de niños cuyo referente en la vida es el que hace de payaso en la serie de moda.

Idealizarlo todo, y quejarnos de habernos hecho ilusiones. Adorar a alguien que lleva razón, pero seguir las contrarias normas de tu jefe. Reclamar a un grupo unidad, cuando unidad significa uno. Arrastrar tu culo por dinero, para que te quieran más el seis de enero.

Desde mi punto de vista, el hombre actual no esta preparado para autogobernarse, y ello desencadena que se organice de modos precarios en los que él mismo no se siente a gusto. Cada asesinato, cada trastorno, cada acto terrorista es producto de una persona desencantada con lo que ve, quizá con alguna parte de la sociedad, o quizá con toda en general. ¿¿Por que hay tantos?? Necesitamos desarrollar nuestros valores humanos para comprender mejor la realidad y nuestro papel en ella, y así ser capaces de dar con nuevos métodos de organización más apropiados a nuestra naturaleza.

En líneas generales, buscamos la forma más correcta de hacer las cosas, para luego no cumplirlas, porque somos incapaces. Ahora están de moda las revoluciones, que si bien son un método capaz de cambiar el orden por el que se rige un Estado, eso no quiere decir que el orden que se generará después vaya a ser necesariamente mejor.

Por ello, yo no creo en revoluciones políticas, yo creo en la evolución humana.

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